miércoles, 21 de noviembre de 2007

Edward, eres una obra de arte.


Para mí la película “El Joven Manos de Tijera” de Tim Burton es una obra de arte. Primero, porque me identifico con ella, debido a que la he visto repetidas veces en mi vida. Recuerdo que cuando era chiquita me daba demasiado miedo el castillo de Edward, todo abandonado y oscuro.

Aunque hoy la veo con otros ojos y noto los efectos especiales tan antiguos, me sigue pareciendo mágica. He visto esa película con mis mejores amigas y tengo muy bonitos recuerdos cada vez que la veo. Además, el protagonista es Johnny Depp, a quien admiro muchísimo por su actuación, me ha encanta la caracterización tan natural de sus personajes; siempre me ha inspirado cuando yo hacía teatro en el colegio.

Segundo, la película me parece única en la historia del cine. Hasta hoy me sigue impresionando la manera tan particular como Burton combina el misterio y suspenso con el humor. Además me llama la atención el contraste que crea entre los dos mundos, tan diferentes entre sí.

Por otro lado, esta película me ha hecho reflexionar bastante. Para mí es muy interesante cómo se ha logrado representar de una manera creativa, original y sobre todo sutil al individuo que no encaja en una sociedad. Cada vez que la veo no dejo de pensar sobre la gente que no se siente parte del lugar donde vive. Creo que en el mundo hay (y ha habido) muchos “Edwards” que se sienten diferentes con respecto a los demás, quienes los perciben como raros o anormales y los rechazan por eso.

Pienso que esta situación se ha manifestado desde épocas pasadas. Por ejemplo, cuando a la mujer se le consideraba inferior al hombre y se le trataba como su propiedad sin dejarla realizarse como persona, o más adelante a los hippies, los rebeldes y revolucionarios, los que tienen una visión diferente del mundo, la gente que no es escuchada, los judíos, las personas discriminadas y aún en la actualidad, los homosexuales.

Gracias a esta película, tal vez sin haber sido la real intención del director, he podido reflexionar sobre todos estos sucesos del pasado, he llegado a pensar cómo incluso hoy en día sigue habiendo discriminación y cómo a veces la gente es por naturaleza prejuiciosa y se muestra contraria a aceptar lo diferente.

Todo esto me ha hecho más sensible y me ha ayudado a darme cuenta de que no todos somos iguales ni vemos la vida de la misma manera. Es por esto que considero “El Joven Manos de Tijera” una obra de arte: porque además de ser una película tan especial para mí, transmite un mensaje con el que muchas personas se pueden identificar.

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